En ocasiones atrás queda únicamente la necesidad de olvidar, de separar el sentimiento de todo lo que pudiera despertarlo.
En ocasiones lo que queremos olvidar, lo que el día deja atrás y lo que el amanecer nos promete cambiar es lo que nos hace ser quien somos, llenos de dolor e ira y también de excitación, esperanza y pasión.
En ocasiones recordamos esto último y sin nuestro permiso surge la risa, las lágrimas o el valor
En ocasiones lo mejor que se puede sacar de un día que intenta pasar desapercibido es su aportación a la banda sonora de una vida.