Alas de piedra

La muerte vino a buscarme, yo la llame, envié palabras escarlata escritas en el aire desde la oscura profundidad del pozo de la desesperación, sobre mi alma pesaban los golpes, las heridas, las llagas, el impacto contra el fondo de piedra había restado el aliento a mis pulmones y me vi incapaz de gritar, por eso me decidí a escribir.
Se negó a llevarme con ella, ni la muerte me quería a su lado, una carga inútil un peso muerto. Me quede en el vacío maldiciendo al mundo, desgarrando mi garganta en mil afrentas contra la culpa, ahogue la desesperación, arranque mis uñas descuartizando la impotencia y desahuciada y rota de ira le rogué a la muerte que me diera alas.
- No te las negare
Le pedí alas a la muerte y de la roca arranco alas de piedra con las que pude formar parte del viento y desaparecer en el atardecer fundiéndome con la luz, ser nada y acabar siendo todo para nadie y sentir el amanecer y el frío de las montañas, el calor del fuego y el de la otra piel, las caricias, los susurros y las palabras entredichas, sentí la vida que creía haber perdido, pero las alas se resquebrajaron cuando me negué a volver  a la tierra y la muerte apareció.
- Han cumplido su función te sacaron del vacío, debes devolverlas a la tierra.
Intente oponerme y entonces la muerte sentencio
- Me llamaste cuando estabas rota, te recompusiste y ahora reniegas, te esta permitido caer en profundidad infinita, te esta permitido gritar, desgarrar el mundo con tus manos y llorar hasta que se te hunda el pecho, pelear con la ira en los puños; pero es obligatorio que salgas a la superficie, no te devolveré las alas y no volverás a llamarme yo decidiré cuando venir a por ti y hasta entonces te impongo llenar tu propio vacío incesantemente, enfrentarte a los fantasmas, a cada piedra de tu profundo pozo y salir para seguir viviendo y solo cuando hayas cumplido con mi mandato tendrás derecho a la muerte, te recibiré como amigo y te hospedare como huésped.
Me hallo ahora  con la mirada en el infinito buscando la figura de la muerte que se deshizo en cenizas arrastradas por el viento.