viernes, 27 de enero de 2012

Engañamos al diablo mismo

Cuantas veces con el semblante de la devoción y la promesa de acciones piadosas engañamos al diablo mismo, porque a veces que el pasado esta para rememorarlo no para jugar con el ni para cogerlo y despedazarlo buscando formar algo mejor de lo que ya estaba bien, de lo que correcto o incorrecto, ya había sido sentido procesado y recordado, de lo que ya tiene una utilidad en la memoria y cada uno rescata del recuerdo cuando mejor le parece o cuando mas lo necesita No se puede despiezar un recuerdo colectivo por un superfluo bien de unos pocos, no se puede cogerlo y deformarlo cuando ese recuerdo ya tiene una historia, ya marco unas vidas, cuando ese recuerdo no te deja olvidar que no llueve eternamente.

1 comentario:

  1. me encanta el final, al principio hablas de forma abstracta e inconcisa para dejar caer en pocas palabras el qué de la cuestión, tan solo para aquellas personas que han compartido ese recuerdo del que hablas. me encanta!

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